Nadie arcoirizó sobre la baldosa de granito.
Contamos con el intimismo de la luz y su capacidad para dársenos.
Fue un momento, tú lo sabes, tú lo viste, tú pasabas por allí.
Luego nos volvimos muelles con la retina.
Estoy en la pista cómoda. Por el momento no despegaré.
1 comentario:
Elisa he disfrutado con la belleza de tu texto, hacía tiempo que no volvía por aquí, ese arcoiris suspendido en el gris del suelo nos hace guiños, una forma de recordarnos que los colores nos alimentan, nos llenan de alegría en estos días aciagos que nos circundan.
Andy Sheppard hace el resto, preciosa música has elegido.
Te mando un abrazo fuerte
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