Estoy en la pista cómoda. Por el momento no despegaré.
jueves, 24 de diciembre de 2009
Aquella niña
Una niña ejecuta sus primeros pasos. Una niña se vierte barro por el vestido. Pronto, niñas y niños, sabrán que la nieve es una desbandada de manos. Un corro, un baile, una atención: aquella niña.
Qué hermoso es no saber aún del sabor amargo de las despedidas, de las flores marchitas... Si el corro bailara al revés por un instante quizá el tiempo, ese gato viejo, también lo hiciese. Un abrazo con esperanza y ojos de niña
5 comentarios:
Qué hermoso es no saber aún del sabor amargo de las despedidas, de las flores marchitas... Si el corro bailara al revés por un instante quizá el tiempo, ese gato viejo, también lo hiciese.
Un abrazo con esperanza y ojos de niña
Nunca fui más libre que cuando ignoraba en que consistía "la libertad". Sí, "Aquellos días azules y aquel sol de la infancia"
Esa desbandada de manos es muy propicia a la infancia y a esta época. Añades una música muy ajustada, Elisa.
Anoche, en el insomnio, de la niñez recordé un pozo oscuro.
Y ese recuerdo borró la luz de las risas.
Y el asombro de las huellas en la nieve.
El calor de la vida horadando la levedad.
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