Estoy en la pista cómoda. Por el momento no despegaré.

viernes, 27 de noviembre de 2009

El rigor del ocaso










Es una industria que no quiebra la de los ocasos.
Ocasos de los soles surgidos del sueño.
Para la mirada son atractivos; para la escritura son resueltos; para nuestro engranaje, tristes.




Letra de la cancion “Una tregua” de Fabiana Cantilo

Hace frío
Todo el día
El invierno quiere volver
A herirme
Arrasando con el tiempo
De las penas pude llegar
Al Tigre
Gente que se ocupa de otra gente
Y le quiere hacer mal,
Está mal
Se ilumina la burbuja
Que me cuida y quiero ayudar
A todas
No hay que decir
Más nada
Ya no hay que hablar
No necesito más nada
Yo sé que te llamé
Esa tarde
Que volví de Nueva York
Yo sé que le pedí
Al de arriba
Una tregua por favor

Se me acusa de hacer bardo
Y de ser parte del rock and roll
Y qué?
Yo nací con una estrella
Y cuando canto vuelve a brillar
No lo ves?
Te llamé
Esa tarde
Que volví de Nueva York
Yo sé que le pedí
Al de arriba
Una tregua por favor
Yo no estaba bien
Por culpa del fin
Conecté los cables correctos
Y apareciste
Yo sé que te llamé
Esa tarde
Que volví de Nueva York
Yo sé que le pedí
Al de arriba
Una tregua por favor
No hay que decir
Más nada
Ya no hay que hablar
No necesito más nada

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3 comentarios:

Inés González dijo...

Esta foto me provoca una aguatinta rabiosa, con varias matrices, con superposiciones múltiples, todo muy delicado, casi oriental.
No está mal la piba esta, me gusta la banda que la acompaña y los teclados, se ve que es de Baires porque nombra al Tigre, eso está en esa ciudad.
Un abrazo y gracias por imagen y canción

Inés González dijo...

Con el perdón de la autora, creo que voy a hurtar esta foto...

Shandy dijo...

Tinta,
el sol desaparece, pero sólo a nuestros ojos. El ocaso puede ser una tregua, o un final que dará lugar a otro principio. El único ocaso que entiendo como final absoluto(y porque soy hija de la cultura occidental y tengo una concepción del tiempo lineal) es el de la muerte de nuestra conciencia (que es lo mismo que decir muerte física), porque polvo somos y en polvo nos convertimos, aunque sea de estrellas.
Preciosa la imagen. Los ocasos tienen los mismos colores que el otoño.